domingo, 21 de diciembre de 2008

.

Otra vez me miro al espejo y me veo alimentando a un león con mis piernas. Veo como desgarra mi piel y mi carne, como se sacia y siente placer al oírme morir. Lo veo deleitarse con mis muslos, desgarrando mis nervios como si fueran hilos, sonríendo mientras lame mi sangre descubre mis huesos. Y yo lo amo y le regalo mis piernas.

Otra vez dejo pasar todo lo que odio que pase. Y no tengo mas nada, todo el amor del leon es prestado y pretencioso. Todas mis ganas de entregarme se mueren de vergüenza cuando ven sus dientes. Mi dolor pudo con su plan.

Y en rato cuando muera, cuando se muera lo que se debe morir, voy a recuperar la certeza de que no existo, de que no soy nada; de que nada causo y nada debo pretender. Esa soberbia que me empuja a pensar que algo merezco, que algo me deben, que algo va a volver a mi; esa soberbia y esa maldad que solo me lleva a suicidarme en las fauces de un león hambriento. Un leon que yo misma crié, ame, alimente y quise enseñarle a amar. Su naturaleza pudo mas. Mi naturaleza pudo mas.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Noche

Te necesito esta noche, como siempre. Como tantas otras noches.
Es que el frío no me deja dormir. Y no me gusta estar despierta, no me gusta sentir como mis ojos se marchitan frente a un cenicero hambriento, ese cenicero al que le enseñe a hablar y ahora me atormenta recordándome mi soledad.
Y no es solamente el frío, es esta puta noche que me maltrata. Como tantas otras noches. Es esa luna amenazante, esa inmensidad que me aturde. Caos. Es esa ley que me resuena que el tiempo nunca vuelve. Que nada vuelve. Que la mañana nada calma, que colabora con mi fe de que el mundo gira. Y yo estoy quieta. Que todo gira a mi alrededor y que no puedo girar alrededor de nada. –No giras alrededor de nadie-.

Y estoy parada, casi tambaleándome sobre mis rodillas, estática, fría, pasiva, entregada o no, pero quieta. Y las horas me acarician, me bailan, me hablan, me hacen el amor – o al menos antes lo hacían-; las horas se clavan en mi y me escuchan respirar.
Me esperan los días más tristes del mundo. Me espera el día de mi muerte, el único día del que no dudo. Dudo del día de volver, del día de matar, del día de parir, dudo de los días relevantes.

Y es el amor y la duda lo que me tienen viva. Ambas iguales. Ambas lo mismo. La duda que me trajo al mundo. El no saber si hay alguien para mi, por mi, conmigo. El no saber si fue la noche, la puta noche, la que invento el amor. El no saber si soy la noche. El no saber si soy la puta.

Y esperar, soy adicta a esperar. Y espero que estés esta noche. Como tantas otras noches. Espero que sientas esta noche, como yo todas las noches te siento. Como todas las noches creo que si. Moriría si no morís.

.

lunes, 18 de agosto de 2008

Todo

Y vos me abrazas. Y eso es todo.

A veces la cama se me cae, la cabeza se me hunde en la tosquedad de mi inhalar. La luz me llena los ojos de fuego, la oscuridad me ablanda las pestañas -a veces el terror del no poder, a veces el dolor del no saber que decir-.
Despues me voy a acostar en algun lugar que sea muy frio para mantenerme despierta y muy duro para incomodarme, y ahi pienso -y ahi pensás- y cuento mis lunares y mis lagrimas y me caigo de mi cuerpo. Y vos me abrazas.

Y vos me abrazas y todo vuelve a esconderse, mis lagrimas te tienen miedo -casi siempre-, no hay frio, no hay dolor, ya no hay nada que me una tanto a lo peor de mi, ya no me espera esa voz que acaricia mi espalda cuando despierto. Solo tu cuerpo sobre mi. Y vos me abrazas. Y eso es todo.

viernes, 18 de julio de 2008

Tiempo

Volver atrás sin detenerse

solo pensando en el anacrónico futuro

que vuela junto a mí

ignorado por el tiempo

El tiempo corre sin espacio

vuela, fluye y se detiene

sin esperar que lo alcance

no trunca su sólido errar

ni su invariable voz al recitarse

camina veloz en momentos blandos

y en los duros mengua su avanzar

apuntala su presencia:

esta, pero no esta.

Deambula sigiloso

Para que no lo vea pasar

Y en las noches más oscuras

Se detiene en un lugar

Lejos, lejos de mi

Y me mira desde allá

Empujando desde lejos

Todo cerca de mí.

domingo, 8 de junio de 2008

Perderse

A veces es tan frágil mantenerse de pie. A veces siento ese temblor perpetuo empujándome por la cuidad, obligándome a no mirar atrás. A veces ser sincero es desnudarse demasiado, es permitirle el dolor al ser amado.

Caminaste sola mucho tiempo, ni las ratas se asombran al verte pasear asi vestida, por esos caminos nocturnos donde tan ciega te movés. Dejaste afuera muchas cosas que antes te daban placer - cosas que si, cosas que no tanto -. Temblaste muy fuerte esa vez, esa vez que dejaste los rincones aturdidos y las puertas deshechas. Y viajaste, viajaste lejos y a muchos lugares; te fuiste desmayando en cada plaza que encontraste por el mundo. Y brillaste, te dejaste deslumbrar por la espuma y por la luz, te dejaste caer bien en el fondo de tu sonrisa.
Tus pies, tus pies cuentan la historia que tus ojos no se animan a contar. Tus pies sintieron cada caricia, cada mirada, cada locura siniestra de placer, sintieron a cada uno de tu huesos destruirse y caer desde tu corazon. Pero hoy, hoy solo me dicen lo fría que esta tu sangre, me dicen lo poco que saben de vos.

La ultima vez que te fuiste, dejaste tus mentiras girar sobre mi sien, dejaste tus palabras de dolor hundirse en mi cama y me dejaste, durmiendo tu pena. Y vos te reías - te alejabas y te reias -.
Dos noches no dormí por mirarte desde adentro de mi frente, otras dos me distraje. La quinta noche te escuche reir - te reias de mi - fui a buscarte, te busque en mi cama, en mi noche, en el suelo, en mis pies. La quinta noche me caí.

.

domingo, 25 de mayo de 2008

Frío

Explotó aquel sentido, aquel después de vos; ese que me despierta mas allá de los sentidos. Aquel, ese que muere después de terminar de envejecer mi alma después de cada noche.


Así, después de tu vacio y atrás de esa forma imbécil en tu dormir, así deje entrar ceguera a mi razón. Así de enfermo, neurótico y vital. Es ese deseo de perder la esperanza, esa amargura extraña que no duele. Son esas ganas de cambiar de dirección las cuerdas vocales y de empezar a decir verdades antes de respirar.


Ese momento enfermo, esa torsión visceral que me hace fea. Es ese mundo inmenso que me aleja del mar. Es ese cáncer que me espera, que me mira a los ojos y me miente.


-¿Y si me caigo? ¿Qué hago si me caigo? ¿Voy a ser feliz ahí?

-¿Sos feliz acá?


jueves, 8 de mayo de 2008

Sobre sentirse solo

Es eso, es mirar fijamente cosas en eterna estática. Es estar exhausto de quedarse quieto. Sentirse solo habitar el mundo sin interrupciones, es chocarse la nariz con las paredes, es viajar en un tren manejado por la muerte hacia el vacio.

Sentirse solo es provocar a las cosas para que se muevan, pero solo provocar. Es olvidar los contrapasos. Es perder la conciencia de la expresión. Sentirse solo es inmolar la sonrisa, sacrificar el movimiento, adormecer los sentidos. Sentirse solo es prepararse para no sentir, es el paso antes al autismo emocional. Hablo de la soledad.

Estar solo es causa, es elección, es método, estrategia, necesidad. La soledad es consecuencia, es impotencia, es caer, es llorar frente a Morfeo. Son las ganas de volver al calor, al útero, al origen; ganas de cerrar el ombligo, de asfixiarse, de sonreír. Son las ganas de apoyar el destino en otro hombro y dormir durante el viaje.


Estar solo entrar en la indiferencia, en el estado X, es dejarse caer al mar con una piedra encadenada a los talones.

- ¿Te sentís sola?
- Sentirse solo es ser anónimo a uno mismo.
- Es difícil olvidar el propio nombre, igual ya me olvide del tuyo.

miércoles, 23 de abril de 2008

Dedos en la boca

Aca estoy. Con blanco de fondo, con blanco al frente y en el blanco espero sola. Mi pecho muere por abrir. Mis manos por cerrarse.

Garganta arde presente en su dolor, respira mal, molesta, arde a carcajadas. Hay que olvidar el por qué, el por qué no existe. Existe lo que está, existe lo que se siente. Existe sentir la piel erizarse, existe cerrar los ojos y saber que nada cambia. No existe por qué.

Es esa incomodidad, esas ganas irse, de cambiar y cambiar y cambiar. De pararse, caminar, respirar hondo, abrir los brazos, ponerlos en la cintura, cruzarlos, rascarse la nariz, tocarse el cuello, acomodarse el pelo, tocarse la cara, sentarse, mirar a la derecha, sentarse de nuevo, mover los pies, caminar, acomodarse la ropa, cruzar los brazos.

Sentir cada sonido que emito, cada ruido que causo. Volviéndome alerta a cada movimiento a mi alrededor - pegándome con el dedo en la nariz-.
Cierro los ojos y siento que caigo. Los cierro un poco mas. Cae mi cabeza al piso, explota en colores mi cuerpo y abro la boca. Grito. Grito del todo.

domingo, 20 de abril de 2008

Intervencion

Por algún motivo mis costillas acaban de estallar. Me pierdo en mi silencio y en el silencio de lo que veo. Tengo fantasmas pegándole a mis venas, tengo recuerdos de manos en mi cabeza, atravieso lunares, paredes, espejos con las uñas.

A veces llorar es gritarle a la piel otras manos, a veces es volver a la mente en contra.
(Llorar es por cierto vibrático, esférico, sinóptico, a veces cálido, patético. A veces dulce.)

No es tanto como reir.
Reir es conceptual. Reir es circunstancial a la euforia, es su punto medio, es la euforia no pasional. Reir es igual de placentero que llorar, pero es mas amigo de las personas, abundante, menos profundo.

- No se, es raro. El otro dia lo pense, pero no. No podria hacerlo.
- No se, no es tan raro para mi.
- ¿Vos lo hiciste alguna vez?
- Si
- ¿Y cómo fue?
- Raro. Fue muy raro.


La euforia es a veces desastrosa.

domingo, 24 de febrero de 2008

Gigantes derrumbados por el mar

Afuera estaba tibio el mar. Adentro. Adentro es peligroso.

Lo veo. Se acerca a mi, se absorbe en mi en caricias. Me convierte en su oxigeno, en su presa. Me levanta dos veces, me envuelve y dormimos mezclados con la luna y somos venas de la tierra.

Soñamos en piel y somos tacto y somos viento y nos ahogamos en la diferencia del mar. Y encadenados por la garganta nos separamos y pude matarte. Y con tu cuerpo envuelto en mi cuerpo te hice el amor imitando tu antes.

Corte de la piel de estrellas
la boquita de cristal
Sumé a la historia fatal
los destinos de un amor.

Por un momento me fui,
deje de hacerle el amor a los sueños.
Volvi. Deje atras la marcha de mi sed
y desperte colgada en un abismo lateral.

Escucho bajo el sombrero
el grito lacerador
y encuentro en el laberinto
la salida hasta caer.

Momentos impresos,
recortados del final
de una historia en otra piel.

Gigantes derrumbados por el mar.