domingo, 12 de agosto de 2007

¡¿¿¿ A QUIEN LE IMPORTA ???!

sábado, 11 de agosto de 2007

El Ser Insociable

Cuando amamos y no besamos, cuando nos deprimimos y no lloramos, cuando nos alegramos y no sonreímos, cuando nos lastimamos y no gritamos, cuando nos excitamos y no gemimos, solo cuando logramos evadir nuestros reflejos somos puros, nuestros sentimientos se mantienen inmaculados, sin contaminación, cuando nuestros sentimientos son infieles a nuestros deseos somos puros, estamos llenos de vida, llenos de poesía, llenos de sentimientos. Logramos que nuestra mente se estremezca. Que nuestra adrenalina fluya con nuestra sangre, que nos atiborremos de energía por no actuar. Por no hacer de nuestra mente un espectáculo, por no ser autores de nuestra propia y satírica obra.
No exponernos al que dirán. Ser nosotros, dentro de nosotros y para nosotros es darnos el mayor lujo que podemos permitirnos. No dejar que nuestros más inmaculados sentimientos se entremezclen con los más desgastados clichés. De ninguna manera permitamos que nuestra desgracia sea un divertimento público. Dejemos que nuestra realidad sea un misterio, que nuestra mente se presente oníricamente a los demás. Dejemos que nuestra existencia no pueda ser evaluada por la semiótica. Que la belleza de nuestra alma nunca sea compartida. Que nuestra vida sea un secreto. Que todo nazca se desarrolle y muera dentro de nosotros. No tengamos limites, el habla nos sentencia a las puras convenciones que no pueden explicar nuestro interior, no hablemos, no divulguemos nuestras parcialidades para que ellas se mantengan puras. Que nadie sepa que sentimos, que nadie conozca nuestras flaquezas, seamos enigmas para el resto. Simplemente, no seamos.
Y a quien tenga el valor o la curiosidad suficiente para hurgar dentro de nuestra mente obstaculicemos su camino, persuadámoslo de que no llegara, y si lo hace, esa persona resultara realmente meritoria para ser parte de nuestra vida. Seamos códigos, únicos e indescifrables, pero dejemos que quien nos descifre sea acreedor de la integridad de nuestra alma.