Afuera estaba tibio el mar. Adentro. Adentro es peligroso.
Lo veo. Se acerca a mi, se absorbe en mi en caricias. Me convierte en su oxigeno, en su presa. Me levanta dos veces, me envuelve y dormimos mezclados con la luna y somos venas de la tierra.
Soñamos en piel y somos tacto y somos viento y nos ahogamos en la diferencia del mar. Y encadenados por la garganta nos separamos y pude matarte. Y con tu cuerpo envuelto en mi cuerpo te hice el amor imitando tu antes.
Corte de la piel de estrellas
la boquita de cristal
Sumé a la historia fatal
los destinos de un amor.
Por un momento me fui,
deje de hacerle el amor a los sueños.
Volvi. Deje atras la marcha de mi sed
y desperte colgada en un abismo lateral.
Escucho bajo el sombrero
el grito lacerador
y encuentro en el laberinto
la salida hasta caer.
Momentos impresos,
recortados del final
de una historia en otra piel.
Gigantes derrumbados por el mar.
domingo, 24 de febrero de 2008
Gigantes derrumbados por el mar
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