miércoles, 23 de abril de 2008

Dedos en la boca

Aca estoy. Con blanco de fondo, con blanco al frente y en el blanco espero sola. Mi pecho muere por abrir. Mis manos por cerrarse.

Garganta arde presente en su dolor, respira mal, molesta, arde a carcajadas. Hay que olvidar el por qué, el por qué no existe. Existe lo que está, existe lo que se siente. Existe sentir la piel erizarse, existe cerrar los ojos y saber que nada cambia. No existe por qué.

Es esa incomodidad, esas ganas irse, de cambiar y cambiar y cambiar. De pararse, caminar, respirar hondo, abrir los brazos, ponerlos en la cintura, cruzarlos, rascarse la nariz, tocarse el cuello, acomodarse el pelo, tocarse la cara, sentarse, mirar a la derecha, sentarse de nuevo, mover los pies, caminar, acomodarse la ropa, cruzar los brazos.

Sentir cada sonido que emito, cada ruido que causo. Volviéndome alerta a cada movimiento a mi alrededor - pegándome con el dedo en la nariz-.
Cierro los ojos y siento que caigo. Los cierro un poco mas. Cae mi cabeza al piso, explota en colores mi cuerpo y abro la boca. Grito. Grito del todo.

domingo, 20 de abril de 2008

Intervencion

Por algún motivo mis costillas acaban de estallar. Me pierdo en mi silencio y en el silencio de lo que veo. Tengo fantasmas pegándole a mis venas, tengo recuerdos de manos en mi cabeza, atravieso lunares, paredes, espejos con las uñas.

A veces llorar es gritarle a la piel otras manos, a veces es volver a la mente en contra.
(Llorar es por cierto vibrático, esférico, sinóptico, a veces cálido, patético. A veces dulce.)

No es tanto como reir.
Reir es conceptual. Reir es circunstancial a la euforia, es su punto medio, es la euforia no pasional. Reir es igual de placentero que llorar, pero es mas amigo de las personas, abundante, menos profundo.

- No se, es raro. El otro dia lo pense, pero no. No podria hacerlo.
- No se, no es tan raro para mi.
- ¿Vos lo hiciste alguna vez?
- Si
- ¿Y cómo fue?
- Raro. Fue muy raro.


La euforia es a veces desastrosa.